Siento no haber publicado antes pero con el comienzo de las clases se me ha olvidado. He visto que nadie me quiere ayudar con mi reti :( pero bueno. Cada vez queda menos para el final y voy a hacer una segunda temporada, ¿que os parece? Comentar ;) Besos.
Firmado: Sarus
CAPITULO 32
De camino a mi casa…
Estaba mirando por la ventana distraída.
- Sara- me llamo Mario.
- Dime.
- Mañana es la entrega de premios.
Le mire sorprendida.
- Hicimos un trato recuérdalo.
- Si pero no tan pronto.
Ya habíamos llegado a casa y vi que mis padres
habían vuelto.
- Mañana por la tarde vengo a recogerte.
- Pero no tengo nada.
- tranquila no pienses en eso solo descansa.
- vale mañana te veo- le di un beso en la
mejilla.
Baje del coche y entre a casa corriendo a saludar
a mis padres.
Me encerré en mi habitación y comencé a pensar en
Alan. Mi madre vino y se sentó a mi lado en la cama:
- ¿Qué es lo que ha pasado?
Le conté todo lo que paso con Alan.
- Hija si ese es tu chico el destino lo volverá a
hacer aparecer en tu vida.
Mi madre me decía lo mismo que mi abuela.
- Mama, ¿alguna vez la abuela te dijo eso?
- Si, cuando salía con tu padre tuvimos una
fuerte discusión y me dijo que si el era mi hombre ideal nos uniría el destino
y ya ves si tenia razón.- mientras se reía.
Genial, mi abuela me dijo lo mismo.
Mi madre se fue y tenía ganas de practicar
defensa, no me preguntéis porque pero tenía ganas, así que fui a donde mi
padre:
- Papa, hace tiempo que no practicamos defensa.
Me miro extrañado:
- Estoy cansado.
Quería picarle para que aceptara:
- Claro-con ironía- lo que pasa es que sabes que
te puedo ganar.
Dejo el periódico que estaba leyendo y se
levanto.
- Bien- dije por lo bajo.
Nunca os dije como eran mis padres y ya es hora.
Mi madre es alta y delgada, tiene el pelo muy
negro y los ojos de un marrón chocolate. Conoció a mi padre hace mucho y se
quieren con locura, no dejan que el amor que sentían al principio se apague, lo
mantienen vivo con cada palabra, con cada gesto. Eso me encantaba y esperaba
encontrar un amor como el suyo.
Mi padre a primera vista imponía. Alto pelo negro
ojos verdes y algo musculoso. Empresario en la empresa más conocida del mundo,
la empresa del padre de Alan. Siempre fui su niña. Me enseño a defenderme desde
muy pequeña, para que nunca me hicieran daño. Parecía un tipo duro pero era muy
cariñoso.
Salimos al jardín y empezamos a lanzarnos golpes.
Mi padre intentaba darme pero conseguía esquivar los golpes y eso me hacia
reír. Siempre dijo que podía ser una buena policía con mis reflejos y mi
puntería. En un momento de despiste de mi padre le agarre del brazo y se lo torcí
por la espalda sin hacerle daño. Le di una pequeña patada por la zona de las
rodillas, para que quedara de rodillas:
- ¿Te rindes?- le pregunte mientras me reía y el
también.
- Vale me has ganado.-
Y nos fuimos a cenar.
Al día siguiente….
Me aburría mucho en casa y no tenia nada que
hacer. Así que decidí salir a dar un paseo.
Me entro sed así que entre aun bar a tomar una
coca cola. Me senté en una mesa y comencé a analizar cualquier cosa que me
pasase por la cabeza, pero sobre todo, Alan. Esa sonrisa que me volvía loca y
esos ojos verdes en los que me perdía. Mis pensamientos fueron interrumpidos
por una chica rubia que se sentó en frente mía. Me resultaba familiar.
- Hola soy Cristina.
- Hola soy Sara.
- Se quien eres me han hablado mucho de ti.
- ¿En serio? ¿Quién?
- Alan…
Caí en la cuenta de que me sonaba, era la chica
que beso a Alan en las escaleras de su casa.
- Mira no paso nada entre Alan y yo y se que te
quiere muchísimo y por culpa de ello se ha metido en problemas.
- ¿Y por que te tengo que creer?
- Porque si no me importara no habría entrado ha
este bar para contártelo.
Tenía razón así que asentí para que continuara.
- Alan cuando dijiste que necesitabas pensarlo
empezó a emborracharse y a no saber lo que hacer. En uno de estos días estaba
conmigo contándome que necesitaba 20.000 euros para hacer algo. Mi padre estaba
ahí y no es precisamente que sea de confianza, pertenece a una mafia, aunque
odie lo que hace es mi padre. Mi padre le dijo que le tenia que devolver el
dinero en dos semanas o que lo pagara con su vida o con la de alguien que le
importase- mi boca se me cayo literalmente- Han pasado las dos semanas y le
están buscando. Y lo del beso es que Alan se paso toda la noche llorando y
quería aparentar lo que no era, me daba pena.
- Imbécil, ¿se puede saber para que quería el
dinero?
- Por tu cumpleaños te iba a regalar un
apartamento en el que iba a vivir contigo.
Se me cayó el alma a los pies y comencé a llorar.
Cristina me abrazo.
- No llores, he intentado convencer a mi padre
pero no razona.
- Imbécil ¿pero como se lo ocurre?, su padre le
podía haber dado el dinero- mientras lloraba.
- Estaba borracho y firmo un pacto con el diablo
sin darse cuenta.
Le mire a los ojos:
- ¿Por qué hablas de tu padre así?
- Porque es la verdad, no me voy a engañar, es mi
padre pero no me gusta lo que hace.
- ¿Me podrías llevar a donde tu padre?
- Claro, te doy mi número y cuando puedas me
llamas.
- ¿No me ira a hacer nada?
- No tranquila le prometí a Alan que cuidaría de
ti. Tengo cosas suficientes como para meter a mi padre en la cárcel si te hace
algo.
- Gracias Cristina, no se que hubiese hecho sin
ti.
- De nada. Cuando puedas me llamas.
Salimos del bar y cada una se fue por donde vino.
Llegué a la puerta de mi casa y ahí encontré a Mario esperándome. Me monte el
coche. No tardamos mucho en llegar a su casa.
- En la habitación donde estuviste está todo.
- Vale – le sonreí mientras subía las escaleras.
Entre en la habitación y encontré el vestido que
me probé colgado con sus zapatos:
- Increíble.- fue lo único que pude decir.
Me puse el vestido con los tacones y me recogí el
pelo por los lados con orquillas. Me puse pintalabios rojos y me perfile los
ojos haciendo que resaltara y llamaran la atención. Colorete rosa y lista.
Salí de la habitación y me choque con Manuel que
iba arreglándose la corbata.
- ¡OAU, una diosa griega!
- Gracias- dije mientras me reía.
- ¿Sabes lo que te falta?
- ¿El que?- le dije mientras me miraba
preocupada.
Se acerco a un jarrón con flores y corto una rosa
blanca. Se acerco a mi lado y me la coloco encima de la oreja.
- Perfecta, ¿nos vamos?- mientras me tendía la
mano.
- Si, señor- mientras le agarraba el brazo y me
entraba la risa.
Bajamos las escaleras, entre risas hasta ver a
Mario al final de esta hablando con Raúl. Estaba guapísimo, llevaba el pelo
negro algo alborotado. Estaba vestido de traje, sin corbata y con los botones
superiores de la camisa abiertos.
Se giro y me miro. Yo le sonreí y termine de
bajar las escaleras para llegar a su lado.
- Estas preciosa.- Me dijo mientras salíamos
hacia la limusina.
- Gracias, tu tampoco estas mal- dije riendo.
Vestido de gala.
Me gusto el capítulo y bonito vestido ;)
ResponderEliminarGracias ;)Por cierto que te parece que haga una segunda temporada? Besos.
EliminarFirmado: Sarus
hola¡¡¡¡
ResponderEliminarme ha encantado el capitulo y sobre todo alan jejeXDXD
ME PARECE GENIAL K HAGAS UNA SEGUNDA TEMPORADA¡¡¡¡
te sigo nos seguimos mutuamente?¿
http://mundossobretinta.blogspot.com
besos:3
claro que si!! bienvenida y gracias por seguirme.
EliminarUn beso.
Firmado: Sarus
Guauuuu!! Capitulo 32 tengo bastante para ponerme al día jajaja Yo esta guapo y me intereso y por eso mismito te sigo jeje GRacias por pasarte por mi blog y por comentar jeje y.. te gusta demi verdad?? Wiiiii yo la amoooo otra razón mas para seguirte jeje Y ese CD lo tengo el nuevo (ya viejo mas bien jajaja) el de Unbroken jeje
ResponderEliminarAsí que ya tiens uno ams jeje oye si quieres seguirme tu a mi también pues encantada de la vida yo jeje me haría mucha ilu jiji Bueno Muchos MuakiSs.. xD Y te espero.. jeje
elmundodeegnia.blogspot.com