sábado, 22 de septiembre de 2012

CAPITULO 32


Siento no haber publicado antes pero con el comienzo de las clases se me ha olvidado. He visto que nadie me quiere ayudar con mi reti :( pero bueno. Cada vez queda menos para el final y voy a hacer una segunda temporada, ¿que os parece? Comentar ;) Besos.
Firmado: Sarus
 
CAPITULO 32

De camino a mi casa…

Estaba mirando por la ventana distraída.

- Sara- me llamo Mario.

- Dime.

- Mañana es la entrega de premios.

Le mire sorprendida.

- Hicimos un trato recuérdalo.

- Si pero no tan pronto.

Ya habíamos llegado a casa y vi que mis padres habían vuelto.

- Mañana por la tarde vengo a recogerte.

- Pero no tengo nada.

- tranquila no pienses en eso solo descansa.

- vale mañana te veo- le di un beso en la mejilla.

Baje del coche y entre a casa corriendo a saludar a mis padres.

Me encerré en mi habitación y comencé a pensar en Alan. Mi madre vino y se sentó a mi lado en la cama:

- ¿Qué es lo que ha pasado?

Le conté todo lo que paso con Alan.

- Hija si ese es tu chico el destino lo volverá a hacer aparecer en tu vida.

Mi madre me decía lo mismo que mi abuela.

- Mama, ¿alguna vez la abuela te dijo eso?

- Si, cuando salía con tu padre tuvimos una fuerte discusión y me dijo que si el era mi hombre ideal nos uniría el destino y ya ves si tenia razón.- mientras se reía.

Genial, mi abuela me dijo lo mismo.

Mi madre se fue y tenía ganas de practicar defensa, no me preguntéis porque pero tenía ganas, así que fui a donde mi padre:

- Papa, hace tiempo que no practicamos defensa.

Me miro extrañado:

- Estoy cansado.

Quería picarle para que aceptara:

- Claro-con ironía- lo que pasa es que sabes que te puedo ganar.

Dejo el periódico que estaba leyendo y se levanto.

- Bien- dije por lo bajo.

Nunca os dije como eran mis padres y ya es hora.

Mi madre es alta y delgada, tiene el pelo muy negro y los ojos de un marrón chocolate. Conoció a mi padre hace mucho y se quieren con locura, no dejan que el amor que sentían al principio se apague, lo mantienen vivo con cada palabra, con cada gesto. Eso me encantaba y esperaba encontrar un amor como el suyo.

Mi padre a primera vista imponía. Alto pelo negro ojos verdes y algo musculoso. Empresario en la empresa más conocida del mundo, la empresa del padre de Alan. Siempre fui su niña. Me enseño a defenderme desde muy pequeña, para que nunca me hicieran daño. Parecía un tipo duro pero era muy cariñoso.

Salimos al jardín y empezamos a lanzarnos golpes. Mi padre intentaba darme pero conseguía esquivar los golpes y eso me hacia reír. Siempre dijo que podía ser una buena policía con mis reflejos y mi puntería. En un momento de despiste de mi padre le agarre del brazo y se lo torcí por la espalda sin hacerle daño. Le di una pequeña patada por la zona de las rodillas, para que quedara de rodillas:

- ¿Te rindes?- le pregunte mientras me reía y el también.

- Vale me has ganado.-

Y nos fuimos a cenar.

 

Al día siguiente….

Me aburría mucho en casa y no tenia nada que hacer. Así que decidí salir a dar un paseo.

Me entro sed así que entre aun bar a tomar una coca cola. Me senté en una mesa y comencé a analizar cualquier cosa que me pasase por la cabeza, pero sobre todo, Alan. Esa sonrisa que me volvía loca y esos ojos verdes en los que me perdía. Mis pensamientos fueron interrumpidos por una chica rubia que se sentó en frente mía. Me resultaba familiar.

- Hola soy Cristina.

- Hola soy Sara.

- Se quien eres me han hablado mucho de ti.

- ¿En serio? ¿Quién?

- Alan…

Caí en la cuenta de que me sonaba, era la chica que beso a Alan en las escaleras de su casa.

- Mira no paso nada entre Alan y yo y se que te quiere muchísimo y por culpa de ello se ha metido en problemas.

- ¿Y por que te tengo que creer?

- Porque si no me importara no habría entrado ha este bar para contártelo.

Tenía razón así que asentí para que continuara.

- Alan cuando dijiste que necesitabas pensarlo empezó a emborracharse y a no saber lo que hacer. En uno de estos días estaba conmigo contándome que necesitaba 20.000 euros para hacer algo. Mi padre estaba ahí y no es precisamente que sea de confianza, pertenece a una mafia, aunque odie lo que hace es mi padre. Mi padre le dijo que le tenia que devolver el dinero en dos semanas o que lo pagara con su vida o con la de alguien que le importase- mi boca se me cayo literalmente- Han pasado las dos semanas y le están buscando. Y lo del beso es que Alan se paso toda la noche llorando y quería aparentar lo que no era, me daba pena.

- Imbécil, ¿se puede saber para que quería el dinero?

- Por tu cumpleaños te iba a regalar un apartamento en el que iba a vivir contigo.

Se me cayó el alma a los pies y comencé a llorar. Cristina me abrazo.

- No llores, he intentado convencer a mi padre pero no razona.

- Imbécil ¿pero como se lo ocurre?, su padre le podía haber dado el dinero- mientras lloraba.

- Estaba borracho y firmo un pacto con el diablo sin darse cuenta.

Le mire a los ojos:

- ¿Por qué hablas de tu padre así?

- Porque es la verdad, no me voy a engañar, es mi padre pero no me gusta lo que hace.

- ¿Me podrías llevar a donde tu padre?

- Claro, te doy mi número y cuando puedas me llamas.

- ¿No me ira a hacer nada?

- No tranquila le prometí a Alan que cuidaría de ti. Tengo cosas suficientes como para meter a mi padre en la cárcel si te hace algo.

- Gracias Cristina, no se que hubiese hecho sin ti.

- De nada. Cuando puedas me llamas.

Salimos del bar y cada una se fue por donde vino. Llegué a la puerta de mi casa y ahí encontré a Mario esperándome. Me monte el coche. No tardamos mucho en llegar a su casa.

- En la habitación donde estuviste está todo.

- Vale – le sonreí mientras subía las escaleras.

Entre en la habitación y encontré el vestido que me probé colgado con sus zapatos:

- Increíble.- fue lo único que pude decir.

Me puse el vestido con los tacones y me recogí el pelo por los lados con orquillas. Me puse pintalabios rojos y me perfile los ojos haciendo que resaltara y llamaran la atención. Colorete rosa y lista.

Salí de la habitación y me choque con Manuel que iba arreglándose la corbata.

- ¡OAU, una diosa griega!

- Gracias- dije mientras me reía.

- ¿Sabes lo que te falta?

- ¿El que?- le dije mientras me miraba preocupada.

Se acerco a un jarrón con flores y corto una rosa blanca. Se acerco a mi lado y me la coloco encima de la oreja.

- Perfecta, ¿nos vamos?- mientras me tendía la mano.

- Si, señor- mientras le agarraba el brazo y me entraba la risa.

Bajamos las escaleras, entre risas hasta ver a Mario al final de esta hablando con Raúl. Estaba guapísimo, llevaba el pelo negro algo alborotado. Estaba vestido de traje, sin corbata y con los botones superiores de la camisa abiertos.

Se giro y me miro. Yo le sonreí y termine de bajar las escaleras para llegar a su lado.

- Estas preciosa.- Me dijo mientras salíamos hacia la limusina.

- Gracias, tu tampoco estas mal- dije riendo.
 
Vestido de gala.
 

5 comentarios:

  1. Me gusto el capítulo y bonito vestido ;)

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    1. Gracias ;)Por cierto que te parece que haga una segunda temporada? Besos.
      Firmado: Sarus

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  2. hola¡¡¡¡
    me ha encantado el capitulo y sobre todo alan jejeXDXD
    ME PARECE GENIAL K HAGAS UNA SEGUNDA TEMPORADA¡¡¡¡
    te sigo nos seguimos mutuamente?¿
    http://mundossobretinta.blogspot.com
    besos:3

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    1. claro que si!! bienvenida y gracias por seguirme.
      Un beso.
      Firmado: Sarus

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  3. Guauuuu!! Capitulo 32 tengo bastante para ponerme al día jajaja Yo esta guapo y me intereso y por eso mismito te sigo jeje GRacias por pasarte por mi blog y por comentar jeje y.. te gusta demi verdad?? Wiiiii yo la amoooo otra razón mas para seguirte jeje Y ese CD lo tengo el nuevo (ya viejo mas bien jajaja) el de Unbroken jeje
    Así que ya tiens uno ams jeje oye si quieres seguirme tu a mi también pues encantada de la vida yo jeje me haría mucha ilu jiji Bueno Muchos MuakiSs.. xD Y te espero.. jeje
    elmundodeegnia.blogspot.com

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