martes, 25 de junio de 2013

CAPITULO 3




Me desperté temprano y deje a Elisa dormir un poco más.
Me vestí con unos pantalones cortos, una camiseta de tirantes y mis zapatillas. Me iba a dirigir al baño cuando oí hablar a Elisa:

- El tito Alan viene.

Se me abrió la boca de asombro. Me acerqué a ver si estaba despierta, pero no, estaba dormida  sonriendo. 
No podía ser, ¿estaba soñando o era verdad? No sabia que pensar. Tendría que preguntárselo a Alex el padre de Alan. Me peine el pelo y  desperté con cuidado a Elisa. La vestí con un precioso vestido veraniego rojo. Desayunamos juntas y bajamos en el ascensor.
Carlos estaba esperando con el mercedes:

- Buenos días Carlos.

- Buenos días Sara. Hola Elisa- se acerco a Elisa y le hizo cosquillas haciéndola reír con su dulce sonrisa.

Senté a Elisa en su sillita en el asiento trasero y yo me senté a conducir.

- ¿A dónde vamos tita?

Sonreí:

- Vamos a ver a Thomas y Marisa.

- ¡Bien!- grito entusiasmada.

Le encantaba estar con Thomas por que la peinaba y maquillaba y Marisa le daba caramelos.
Llegamos a la oficina y por suerte la entrada estaba despejada. Elisa nada más entrar se lanzo a los brazos de Marisa.
Deje a Elisa con Marisa y subí en el ascensor corriendo a mi oficina.
Entre rápidamente y cerré la puerta detrás. Abrí la caja fuerte y encontré ahí mi móvil de la adolescencia. Lo encendí mientras mi pie no paraba de dar golpes contra el suelo. No tenia ningún mensaje ni una llamada de el. Supuse que si volvía me hubiese avisado.
Contemple las vistas de la ciudad desde mi ventanal. ¿Por qué tenia la sensación de que Elisa decía la verdad? Sentía que el estaba aquí, parecía una locura pero era verdad era una sensación extraña en mi estomago. Necesitaba asegurarme y sabia como lo podía hacer. Salí de mi oficina y me acerque a mi secretaria:

- Andrea anule mis citas de hoy y cámbielas para otro día.

- Si señorita Gómez.

Subí al departamento de peluquería y como ya me esperaba encontré a Thomas peinando a Elisa.

- ¿Elisa quieres venir conmigo?

- No- me contesto mientras negaba con la cabeza- Quero quedarme con Thomas y Marisa.

- Vale, no voy a tardar cariño- la bese en la nariz.

- ¿A dónde vas?- me susurro Thomas.

- Necesito confirmar una cosita. Gracias por quedarte con ella.

- No pasa nada, ahora corre.

Le sonreí y salí corriendo en dirección al garaje. No me apetecía llevar el mercedes menos mal que tenia una moto en la empresa. La agarre y me puse mi casco.
Salí del edificio a toda velocidad. Hacia tiempo que no conducía la moto.

Comencé a serpentear entre los coches de la carretera con una sonrisa en mi cara. Me gustaba esa sensación de velocidad. Llegue a la enorme empresa de Alex. Baje de la moto y me quite el casco. Agite el pelo para que se soltara. Y me puse mis gafas de sol y camine decidida al interior de la empresa.
Mas de dos me miraron embobados cuando pasaba a su lado y eso me hacia sonreír.
Llegue a la oficina de Alex e iba entrar cuando la secretaria no me dejo. Siempre me dejaba por que ahora no:

- Necesito hablar urgentemente con el.- le repetía una y otra vez.

- Lo siento señorita Gómez esta hablando con alguien. Espere un momento.

Se acerco a su mesa y hablo por el telefonillo con la oficina de Alex.

- Espere sentada por favor.

Ni siquiera me senté, me quede levantada esperando.

En la oficina de Alex…

- Hijo, ¿cuéntame que ha sucedido?

- Papa no es nada del otro mundo llevo huyendo de Tony 4 años y al fin he conseguido meterle entre rejas.

- No me refiero a eso.

- ¿Entonces a que?

- Alan sabes perfectamente de lo que hablo: Sara

Me quede pensativo un rato:

- No se papa, ¿y si ya no me quiere? ¿Y si se ha olvidado de mi? ¿Y si ha rehecho su vida como pone en 
las revistas con el tal Daniel? ¿Y si no me perdona…?

- Hijo ella te sigue queriendo.

- No lo sabes papa ¿y si ella ha cambiado y ya no es la misma? Son demasiadas dudas que dan vueltas en 
mi cabeza.

- Eso no te lo voy a ne…

De repente oímos ruido fuera de la oficina:

- ¿Qué ocurre?- pregunte confundido.

Una dulce voz llamo mi atención, ¿era ella? ¿Que hacia aquí?

- Señor Alex la señorita Sara esta aquí.

Mis dudas estaban aclaradas, estaba aquí. Estábamos separados simplemente por una pared de cristal gris. Quería salir ahí y abrazarla. Sentir sus labios, su aroma…

- Alan quédate aquí.

Mi padre salio de la oficina dejando la puerta entreabierta.

Fuera de la oficina…

- Sara ¿Qué pasa? Relájate. –me dijo Alex.

- Lo siento pero no me dejo entrar a hablar contigo.

- Ya le dije que no dejara entrar a nadie. ¿Qué es lo que ocurre?

- ¿Es verdad?

- ¿El que?- me pregunto Alex confundido.

- ¿Alan ha vuelto?

La cara de Alex palideció y no contestaba:

- Alex por favor se sincero.

- No.

- Vale perdón por las molestias.

Me gire y salí de ese lugar. Me apoye en la moto y convertí mis manos en puños. Note mis ojos humedecerse. Juraría haberle sentido al otro lado de la sala a solo dos pasos de mí.
Volví a la oficina y me encerré en mi despacho. Me quede un buen rato contemplando la ciudad desde mi ventana mientras lágrimas y lágrimas recorrían mi cara hasta caer en mi camiseta.
Una pequeña mano golpeo el cristal azul de la puerta. Me limpie los ojos, sonreí y abrí la puerta.
Mire hacia abajo y encontré a Elisa con su osito de peluche sonriéndome tiernamente. La cogí en brazos y me abrazo fuertemente sabiendo que había estado llorando.
 Fuera de la oficina vi a Richard con la mochila de Elisa. Me beso la mejilla:

- Te quiero tita y no quero que llores.

- Yo también te quiero Elisa.- Mientras le daba un beso en su pequeña nariz.
La baje de mis brazos y se fue con su padre.

Salí de mi oficina y comencé a caminar sin rumbo alguno. Llevaba las gafas de sol y aun así alguna que otra persona me hizo alguna foto y me pidió un autógrafo. Claro que me hice fotos con ellos y les firme autógrafos, porque yo tuviese un mal día no significaba que la tuviese que tomar con mis fans.  
Cuando me quite las gafas me encontré enfrente del estudio de baile donde solía practicar con mis bailarines. Entre y salude con una sonrisa a todo el mundo que me saludaba.
Llegue a mi estudio. Me relaje y puse una de mis canciones.
Al principio solo me quede contemplando mi reflejo en los espejos. Esta canción era un baile de pareja. Cerré los ojos y comencé a bailar imaginándome con Alan. Parece que estoy loca, pero me relajó.
De repente unos brazos me rodearon provocando que mi piel se erizase y comenzamos a bailar juntos. No quería abrir los ojos ¿y si estaba soñando? Quería que durara para siempre esa sensación de tener a Alan a mi lado. La canción acabo y el tacto que antes sentía desapareció. Poco a poco abrí los ojos y me encontré sola. Apague el reproductor y me fui por donde vine.

Detrás de la puerta del material de baile…
¿Qué había hecho? Me estaba volviendo loco por ella y por mi culpa esta así. La oí alejarse. Salí de ese armario y me quede contemplando el espejo donde antes habíamos estado ella y yo bailando juntos.

- Nos volvemos a ver.

Me gire y encontré a uno de los matones de Tony mirándome fijamente.

Le sonreí:

- ¿Te ha mandado Tony a hacer el trabajo sucio que el no puede hacer?

- Anda Alan quédate quietecito y así acabamos antes.

Me reí:

- No voy a desperdiciar el huir 4 años.

Saco su pistola y yo rápidamente corrí. En estos cuatro años aprendí muchas habilidades para pelear. Le metí una patada en la cara. Se cayó hacia atrás y soltó el arma. La agarre y le apunte en el pecho:

- Lo siento pero esto es por alejarme de ella- Apreté el gatillo y el cuerpo que hace un momento me miraba horrorizado se quedo inmóvil.

Salí corriendo mientras daba gracias a dios de que Sara se había ido.

Espero que os guste. Besos y comentar :)
Firmado: Sarus 

CAPITULO 2



Le mire y le dije: 

- Me disculpa un momento- el asintió.

Salí corriendo de mi despacho hacia el departamento de cosméticos que estaba en la planta de arriba. No podía correr con los tacones porque eran demasiado altos por lo que me los quite y continué corriendo. Sabia que estaba haciendo el ridículo pero no me importaba aparte de eso era mi empresa.
Al llegar al departamento de cosméticos encontré a mis amigas y Thomas hablando. Al verme así me agarraron y me sentaron en una silla:

- Respira, respira- me repetía una y otra vez Thomas.

- ¿Que pasa?- me pregunto Sandra.

- Esta aquí...- Intentaba pronunciar.

- ¿Quién?- me preguntaba Sandra impaciente.

- ¡Lucas!

Me miraron asombrados

- ¿Que hace aquí?- dijeron los tres al unísono.

- Es mi cliente.

- Haber relájate- me dijo Thomas.

Respire hondo y me relaje. Me volví a poner los zapatos y me levante mientras me arreglaba el pelo y la ropa.
Me miraron como diciendo`` y a esta ¿ahora que le pasa?´´

- Gracias.

- ¿Estas bien?- me pregunto Thomas.

Asentí y sonreí volví a mi oficina.

-Perdone por tardar.

Lucas sonrió y dijo:

- Deja de llamarme de usted nos conocemos desde hace tiempo. Sara ¿te crees que no te he reconocido? No podría olvidar esos ojos y esa sonrisa.

Relájate, me dije a mi misma.

- Ahora estamos en una reunión de negocios así que eso no viene al caso.- Dije yo fríamente.

- Pero yo quiero hablar contigo fuera. Que tal si quedamos para hablar algún día.

Me lo pensé un rato, no se había portado mal conmigo en estos momentos, ¿Por qué no? Me pregunte.

- Vale.

Y comenzamos a discutir el contrato.
Después de un rato salimos los dos de mi oficina sonriendo.

- Ha sido un placer volver a verte y cuando puedas llámame ¿Ok? – Dijo mientras me abrazaba

- Lo mismo digo y vale ya te llamare cuando tenga un hueco en mi agenda y suerte con la película.

Lo acompañe a la entrada de la empresa.
Nada mas terminar me fui al estudio de baile a practicar con los bailarines para la actuación de esta noche.

Me fui a casa y me duche. Mi manager apareció mientras elegía la ropa.

- Sara, date prisa ponte el conjunto de la cazadora de cuero.

Marta era mi manager, era buena aunque había cosas que me sacaban de quicio de ella. Era castaña de pelo, alta y exuberante con ojos azules. Su otra carrera hubiese sido modelo si no hubiese conseguido esto.
Me puse mis vaqueros apretados con mis botas de tacón, mi camiseta blanca con la frase ``I love you´´ y un corazón en grande. Me maquille marcando mis ojos con negro y me recogí mi pelo en una coleta suficientemente alta para que no me diera calor. Cogí mi chaqueta de cuero y me metí en el ascenso con Marcos.
Al bajarme del ascensor y meterme en la limusina le dije a Marcos:

- Deséame suerte- sonriendo

- No la necesitas- me respondió con una enorme sonrisa.

Marta no dejaba de parlotear por teléfono y yo mientras tanto miraba por la ventana. La fiesta era de una niña rica que quería mi actuación en su 18 cumpleaños y tenia que ir.
Llegamos a una enorme mansión y como no la entrada llena de paparazis. Baje de la limusina con una sonrisa y pose para las cámaras. Gracias a dios los guardias de seguridad me ayudaron a entrar. La fiesta estaba demasiado llena de gente para mi gusto. Había algún que otro famoso conocido al cual salude con la mano y una sonrisa.

Una chica rubia alta y guapa, vestida de los pies a la cabeza de rosa se acerco a mí saltando:

- ¡Aquí esta Sara! – comenzó a gritar.

Esto provoco que todo el mundo se girara, me mirase y aplaudiera.
No quería pasar mucho tiempo en la fiesta así que cuanto antes actuara mejor.
Subí al escenario y comenzó a sonar una de las melodías de mis canciones. No me importaba el lugar o el momento porque cantar hacia que me olvidara de todo. Mis labios comenzaron a moverse naturales pronunciando la letra de mi canción a la vez que mi cuerpo se movía al ritmo de la coreografía creada con mis bailarines.
La canción acabo y yo respire entrecortadamente mientras veía a todo el mundo aplaudir felizmente. Esto me hizo subir mi ánimo. Baje del escenario y me senté en la barra de bebidas. Pedí un mojito y me lo tragué de golpe. El líquido me quemaba al bajar por la garganta:

- Hola.

Me gire y a mi lado tenia a un chico de 25 años. Era alto, moreno y de ojos marrones. Sinceramente era guapo no lo iba a negar:

- Hola- le conteste con una sonrisa sincera.

- Me llamo Miguel- me tendió la mano.

- Sara- le correspondí el saludo.

- Cantas bien.

- Gracias.

Mi móvil comenzó a sonar. Le sonreí tímidamente y me levante:

- ¿Diga?

- Hola tita Sara.

- Hola cielo. ¿Qué tal esta mami?

- Bien- me contesto Elisa con su dulce voz.

Elisa era más o menos mi sobrina. Es la hija de Rebeca y Richard. Tiene 3 años y es idéntica a su madre. La tenía mucho cariño. Nunca me distancie de la familia de Alan, al contrario les cogí mucho mas cariño aunque Alan no estuviera

- ¿Elisa?- oí la voz de Rebeca en el móvil.

- Elisa cariño pásame a mami.

- Vale tita.

- Hola Sara.

- Hola Rebeca. ¿Qué tal?

- Bien. ¿Y tú?

- Bueno más o menos ya me conoces.

- Necesito que te quedes con Elisa mañana.

- Claro ¿sucede algo?

- Bueno… no.- contesto dubitativa.

- ¿Estas segura?

- Si no te preocupes.

- Bueno ¿se queda a dormir conmigo?

- Si dentro de un rato la lleva Richard.

- Vale, ahí estaré. Adiós ya hablaremos. Te quiero.

- Y yo a ti. Gracias.

Colgué y me gire a ver a Miguel que me miraba interesado.

- Lo siento pero me tengo que ir.

- No pasa nada ya nos veremos algún día.

- Claro- le dije mientras me despedía con la mano.

Salí a fuera y encontré mi limusina esperando y por fortuna no había ningún cámara.
Me monte en la limusina y le mande al chofer llevarme a casa.

Llegue y encontré a Marcos esperándome como siempre en la puerta. Me abrió la puerta:

- Gracias Marcos.

- De nada Sara.

Le hice una señal para que me acompañara:

- Viene Elisa y me gustaría que aumentara la seguridad como siempre que viene. No quiero que le ocurra 
nada.

- Claro Sara.

- ¿Podría mañana tener mi automóvil?  

- Si ¿cual quiere?

- El mercedes negro con asientos atrás para poder llevar a Elisa.

- Mañana por la mañana estará listo.

- Gracias Marcos.- me despedí mientras entraba en mi casa.

- ¿Chicas?- grite al entrar en casa.

Clara y Sandra estaban sentadas en el sofá, se asomaron y me miraron las dos:

- ¿Qué pasa?

- Dentro de un rato viene Elisa.- dije feliz.

- ¿Tu sobri?

- ¡¡Si!!

Las dos se levantaron y comenzaron a saltar:

- ¿Qué os pasa?

- ¡Nos encanta Elisa, es un encanto!

- Como su tío – se me escapo.

Sandra y Clara me miraron asombradas. Hacia mucho tiempo que no hablaba de Alan. Note como se me 
humedecían los ojos. Parpadee:

- Bueno vamos a preparar algunas pelis infantiles y palomitas. Subo a cambiarme y bajo.

Subí las escaleras corriendo y me encerré en mi habitación. Me cambie rápido, no quería tener tiempo de pensar y deprimirme. Me puse un pijama simple de pantalón corto y camiseta de tirantes. Me recogí el pelo en un moño. Me mire en el espejo y ahí fue cuando me acorde de el. Me lo imagine a mi lado en el reflejo del espejo, abrazándome. Salí corriendo de mi habitación y cerré la puerta.
Baje al salón y encontré a Sandra y Clara bailando y cantando una de mis canciones mientras hacían la cena. Busque su película favorita ``La cenicienta´´. También fue la mía en la infancia.
Sonó el timbre y Sandra abrió la puerta.
Una niña pequeña de pelo liso, negro y largo se lanzo a mis brazos:

- ¡Tita!- gritaba una y otra vez.

La agarre en brazos y le di un beso en la nariz mientras ella se reía con su preciosa sonrisa.
Richard estaba en la puerta sonriendo. Me acerque a el:

- Te tiene mucho aprecio.

- Y yo a ella- mientras la abrazaba más fuerte entre mis brazos.

- Gracias por quedarte con ella.

- No pasa nada, me encanta que se quede.

- Aquí tienes su mochila con todo lo necesario. Gracias.

- Adiós.

Cerré la puerta y fui a cambiar a Elisa.

Nos sentamos las cuatro a comer la cena. Y yo mientras daba de comer a Elisa porque se manchaba la cara y las manos.
Al terminar recogimos todos lo platos con la pequeña ayuda de Elisa aunque solo le dejamos coger los cubiertos, no queríamos que ocurriera nada malo.
Nos sentamos en al sofá a ver la película. Elisa se acurruco entre mis brazos y rápidamente se quedo dormida.
La cogí en brazos delicadamente y la lleve a mi cama ya que dormía conmigo.
Me tumbe a su lado y comencé a acariciarla el pelo:

- Te quiero tita Sara.- dijo dormida.

Sonreí inconscientemente:

- Yo también. -Le susurre mientras le daba un beso en la frente.

La abracé y así me quede dormida con una personita que sustituía al amor de mi vida.

Siento no haber publicado antes, pero creo que todos hemos estado ocupados con las clases, examenes etc... Voy a subir dos capitulos, espero que os gusten. Besos y comentar :)
Firmado: Sarus

¿Que te parece la historia?