Bueno veo que nadie a entrado a ver mi blog pero eso no me va a quitar las ganas de seguir escribiendo y por favor los pocos que lo visites poner un comentario con vuestra opinion lo valorare mucho. Gracias.

Firmado: Sarus

CAPITULO 3

En un autobús...

Como es posible con lo joven que parece y es profesor de gimnasia, ¡mi profesor de gimnasia! Y mañana me tocaba clase con el y no se como lo voy hacer si me quedo embobada mirándole.

Enciendo el ordenador y veo que están conectadas todas mis amigas que han quedado en la casa de Paula y les digo:

- Hola chicas, os hecho de menos.

Unos segundos.

-Nosotras también ¿que tal las clases?

- Bien, pero un poco extrañas.

-¿Por que?

En un gran párrafo les describo todo lo sucedido.

- ¡Hala! Acabas de llegar y ya te enamoras.

- Puede...

Después de esto las chicas se van porque tenían que hacer los deberes y yo decidí hacer lo mismo.

A la mañana siguiente...

Mierda, mierda hoy no llego, pienso, me he quedado bastante dormida y hoy no hay nadie en casa. Me pongo un chándal y salgo corriendo pero justamente el autobús se va. Me paro en la puerta de mi casa y me arreglo la coleta que se ha ido al correr y me pongo a gritar yo sola:
- ¡Pero como es posible, vuelvo a llegar tarde o quizá esta vez ni llegue!

Lucas que justo estaba saliendo de su casa se acerca a mi:

- Sara, ¿por que gritas?

Me giro y le veo, lleva un casco de moto en las manos y me mira fijamente. Yo todavía furiosa y avergonzada le digo:

- Pues, que me quedado dormida y he perdido el autobús.

Piensa un rato y Lucas se lanza:

- ¿Te llevo yo a clase?

- Creo que seria mejor que no...

- Tranquila no me importa, venga que te llevo en la moto.

Me entrega el casco y como no se ponérmelo el se acerca y me lo coloca, siente su aliento calido sobre la cara. El se monta en la moto y me grita:

-¡Venga no te preocupes yo cuidare de ti!

Me siento con cuidado y me agarro a su cintura cerrando los ojos.

Antes de lo que esperaba estábamos en el instituto y todavía no había sonado el timbre.

Me bajo con cuidado y me quito el casco sacudiendo el pelo. El también se lo ha quitado, por lo que me acerco y le doy un dulce beso en la mejilla.

- Gracias Lucas me has salvado de una. Nos vemos en gimnasia.