CAPITULO 14

Desde esta vez no nos volvimos a pelear. Al salir del hospital decidí presentarles a mis padres y fue mejor de lo que creía ya que mi padre y Lucas tenían mucho en común.

Faltaba muy poco para acabar el curso y ya empezaba a hacer calor. Lo que me sorprendió es que mi instituto realiza un baile de fin de curso estilo estados unidos y estoy muy emocionada porque siempre quise ir a uno. Y como no, se elige a una reina del baile.

Todo el instituto estaba nervioso porque para el baile solo faltaba una semana y en mi clase me habían elegido como colaboradora del baile y estoy muy nerviosa por como va quedar todo y por fortuna somos mucha gente y hemos acabado todo ya.

En el instituto siempre me tropiezo con la gente pidiendo que les acompañen al baile y yo sigo esperando que Lucas me lo pida.

Todo el mundo ya sabe que salgo con Lucas y que somos pareja desde que tuve el accidente.

CINCO DIAS PARA EL BAILE

Esto es lo que pone en los carteles hoy. Voy a clase con Clara y Sandra riendo y hablando:

- Chicas, ¿quedamos esta tarde para buscar vestidos?- les dije.

- Si, que necesito vuestra opinión.- me contesto Sandra.

- Chicas y vosotras ¿con quien vais?

Blanca y Sandra se miraron como si tramaran algo y yo las mire con el ceño fruncido:

- Chicas…

Sandra decidió contestarme:

- Vamos con Víctor y Ángel los amigos de Alan.

- Bueno, vale.

- pero, ¿no estas enfadada?

- ¿Por qué iba a estarlo?

- Por que también viene Alan.

Me gire furiosa y les conteste:

- ¡Como!

En ese instante vino corriendo Lorena una amiga que hice mientras hacíamos la fiesta del baile. Venia sonriendo y gritando, no me dio tiempo a preguntarle que pasaba porque me agarro de la mano y me arrastro por todo el instituto hasta la pista de fútbol con mis amigas corriendo por detrás. Cuando paro y tome aire le pregunte:

- Lorena ¿pero que pasa?

Mis amigas estaban sonriendo mirando detrás de mí y cuando me gire no me lo podía creer. Las gradas del campo de fútbol estaban llenas con compañeros que sostenían carteles que cuando lo leías ponía: `` ¿Quieres venir al baile conmigo?´´

No me lo podía creer y no sabia para quien era:

- ¿Para quién es?

Las chicas me señalaron hacia una persona que venia corriendo con una rosa.

- Para ti preciosa.

No me detuve a pensar solo sonreí, asentí y le abracé mientras le daba un beso. Lucas era un chico encantador y muy romántico y eso me encantaba.

No pude decir nada todavía estaba sorprendida de lo que me había pasado pero le di un ultimo beso mientras cogía la rosa y salía corriendo a clase.

El día había sido perfecto al menos las clases.

Me fui a casa y me cambie rápidamente ya que Sandra y Blanca me esperaban en su coche.

Fuimos al centro comercial más grande que había y que estuviera cercano.

Estuvimos en varias tiendas y mis dos amigas encontraron unos vestidos perfectos. Sandra encontró un vestido corto en color negro con tirante y unos zapatos de tacón, bolso y complementos en blanco. Y Clara encontró un vestido largo, liso de color naranja melocotón que se sujetaba al cuello con todos los complementos en rojo, pero yo no encontraba nada que me gustase.

Ya nos íbamos cuando de repente pase al lado de un escaparate de una tienda en la cual no habíamos entrado:

- Chicas, ¿podemos entrar a esta tienda?

Las dos asintieron y entraron conmigo. Entre vestidos no encontré nada. Se acerco una dependienta y me pregunto:

- ¿Os puedo ayudar?

La mire con cara deprimida y le dije:

- Mi instituto celebra un baile de fin de curso y no encuentro un vestido que me guste y que me quede bien.

La dependienta me miro pensativa y me sonrió:

- Tengo un vestido perfecto para ti, ahora vuelvo.

Me quede sentada deprimida pensando en que haría si no encontrase un vestido, en ese instante apareció la dependienta con un porta vestidos y unos zapatos.

- Ven al probador.

La acompañe con mis amigas detrás y me metí en un vestuario con todo lo que me dio. Me vestí y no me lo podía creer, era un vestido de palabra de honor en azul claro, apretado hasta debajo del pecho con incrustaciones de piedrecillas brillantes y lo demás liso. Los zapatos eran de tacón de aguja con incrustaciones brillantes también.

Al salir del probador mis amigas y la dependienta se quedaron con la boca abierta:

- ¿Qué tal?- mientras me daba la vuelta para enseñárselo.

- Es precioso – gritaron las tres a la vez.

- Entonces me lo quedo, ¿Cuánto cuesta?

La dependienta me miro sonriendo y me dijo:

- Es un regalo.

 Yo extrañada le dije:

- ¿De quien?

- De un chico que nada mas entrar ustedes vino y me lo dio todo para que se lo diera.

Yo pensando que sabía quien era mire a mis amigas y dijimos las tres a la vez:

- Lucas...

Cogí el vestido y los zapatos y me fui a casa por que había quedado con Lucas.