martes, 6 de agosto de 2013

CAPITULO 4




Al día siguiente…
No me podía creer lo que había sucedido en el estudio después de que me fuera. Habían matado a un hombre perteneciente a la mafia de Tony. No se por que pero ese nombre me sonaba bastante. Mi manager Marta me había dado otra tarea: quedar con el arrogante Daniel y encima esta vez en su yate.
Me puse mi triquini azul con un pareo, mi sombrero y mis gafas de sol.
Llegue al puerto con Marta que no paraba de decirme que tenia que dar una buena imagen. Baje del coche y coloque mi falsa sonrisa y me coloque al lado de Daniel para que las cámaras nos hicieran fotos.
Subimos al yate sin decir palabra. Me quede en la proa viendo las olas y los peces en el agua mientras estábamos parados en medio del mar junto con otros barcos. Daniel se acerco:

- ¿Por que no acabamos de una vez?

Me gire y le tenía demasiado cerca:

- ¿A que te refieres?

- Los dos queremos lo mismo- se fue acercando mas.

- No en serio, no te entiendo.

Me miro los labios y se fue acercando. Mi mente recolecto cada palabra y le di un bofetón.

- Porque todas las chicas que están contigo sean unas zorras no significa que yo lo sea.

Me miro sorprendido y no se le ocurrió otra cosa que empujarme. Y yo como no, tenia que estar en la puerta, esta se abrió y me caí de espaldas al agua. Salí del agua y tosí un par de veces porque tragué algo de agua.

-¡Imbécil!- le grite

Aparte de lo que acababa de hacer, arranco el yate y se fue así como si nada.
Comencé a nadar hacia un barco que había cerca del nuestro en el cual vi que me estaban grabando. Llegue al barco:

- ¿Me podéis ayudar?

Dos chicos lanzaron las escaleras y yo subí empapada de pies a cabeza.

- Gracias- dije mientras cogía la toalla que uno de esos chicos me entregaba- Soy Sara encantada.

- Víctor y Javier.

Esos nombres me sonaban demasiado:

- ¿Sois los amigos de Alan?

- Los mismos- me contesto Javier.

- Que casualidad ¿no?- les sonreí mientras me preguntaba por que últimamente todo me llevaba o me 
recordaba a el.

Me senté con ellos mientras charlábamos y no se me ocurrió preguntar otra cosa:

- ¿Hay alguien mas en el barco?

- Si- contesto Javier, pero rápidamente se arrepintió cuando Víctor le hecho una mirada asesina.

- Si pero esta dormido.

- Oye chicos.- se oyó la voz de un chico que subía desde el camarote.

Víctor y Javier se levantaron rápidamente y se pusieron en la puerta:

- Oye A no subas que estamos con una invitada.

- ¿A?- pregunte confundida.

- Emm, si se llama Alberto pero le llamamos A para abreviar.- Me contesto rápidamente Víctor.

Bajaron los dos corriendo abajo. Y se oía como hablaban pero no tenía interés alguno de saber de que.

Abajo en el camarote…

Tenía un pie en el escalón para subir a arriba cuando se me lanzaron encima Víctor y Javier:

- ¿Pero que os pasa?- pregunte confundido.

- No subas.- me dijo Javier mirando hacia las escaleras.

- ¿Pero por que?

- ¿A que no sabes quien esta arriba?

Negué con la cabeza.

- Sara.- me dijo Víctor de golpe.

Rápidamente me puse blanco y nervioso ¿Qué iba a hacer?

- ¿Qué hace aquí?- me preguntaba.

- Daniel se quería aprovechar, ella le pego y el la empujo al agua dejándola tirada.

Víctor le dio un codazo a Javier.

- ¿Qué ese imbécil a hecho que?

- Si es cierto lo que dice, lo tenemos grabado y todo- me afirmo Víctor.

- Voy a matar a ese imbécil- dije mientras me dirigía a las escaleras furioso.

Víctor y Javier me cogieron de los brazos y me arrastraron a sentarme en la cama:

- Relájate - me dijo Víctor – enseguida la llevamos al puerto.

Subieron las escaleras y yo me tumbe suspirando en la cama. Necesitaba beber algo así que me dirigí a la nevera.

Arriba en una mesa…

Subieron y Víctor se fue a navegar el yate hacia el puerto por lo que me quede sola sentada con Javier. Tenia que vengarme de Daniel, ya no me importaba mi reputación iba a hacer lo que me conviniera.

-¿Javier me podéis dar el video?

- Claro.

Me entrego la tarjeta de la cámara y volvió a su móvil.

- ¿Dónde esta el baño?

- Abajo.

Me levante y baje cuidadosamente las escaleras.

Entre en el baño y me moje la cara. Me mire en el espejo y me pregunte ¿Qué me esta pasando? ¿Por qué de repente me acuerdo de el todo el rato?
Salí del baño con la cabeza agachada, me tropecé con alguien. Al subir la mirada y encontrarme con esos ojos verdes, mi mundo se derrumbo.

- Sara – dijo.

Negué con la cabeza:

- Esto no debe de ser real, estoy alucinando.

Salí corriendo y cogí la tarjeta. Llegamos al puerto y salte del barco. Me puse a correr hacia el coche sin mirar a atrás.
Marcos me estaba esperando. Me monte en el coche y comencé a llorar histéricamente.

- ¿Sara que ha sucedido? – me pregunto Marcos preocupado.

Me seque las lágrimas y respire hondo un par de veces:

- Quiero que me hagas 100 copias de este video por favor.- mientras le entregaba la tarjeta.- Para esta tarde si puede ser.


Llegué a casa y llame a Marta que rápidamente se presento en mi casa:

- ¿Pero que ha pasado? – Me pregunto en un tono arrogante – Me acaba de llamar el manager de Daniel enfadado.

- Estas despedida- le dije sin mas rodeos.

Me miro sorprendida:

- ¿Qué?

- Lo que has oído, no pienso seguir saliendo con Daniel y he visto en varias revistas que eres la manager de una modelo. No me lo has dicho y en el contrato decía claramente que solo serias mi manager. Lo has incumplido. Dame la agenda y el teléfono.
Me entrego las cosas y se fue con la cabeza agachada.
Ya había hecho parte de lo que tenía pendiente. Hoy tenia que ir a una fiesta con Daniel, pensaría que después de lo ocurrido no iría, pero se equivocaba.
Me duche y me arregle. Me puse unos vaqueros, mi chaqueta de cuero negra una camiseta y mis tacones negros. Me deje el pelo suelto.
Marcos me esperaba como siempre.

- Tome aquí están las copias del video.

- Gracias.
 
Llegue a la fiesta y como no, había un montón de paparazis y fans de famoso gritando.

- Marcos, por favor, busque al encargado y dígale que cuando yo te señale ponga el video.

Baje del coche con Marcos.

Daniel estaba posando para las fotos. Los fotógrafos al verme comenzaron a hacerme fotos y preguntas:

- ¿Por qué no has venido con Daniel?

Daniel al verme dejo de sonreír. Me acerque a el y le pegue un puñetazo en la cara con todas mis fuerzas. Un OH se oyó en todas partes.
Señale a Marcos que me observaba desde audiovisuales y detrás de mí apareció el video del yate.

- Señoras y señores miren lo imbécil que es este hombre, perdona chico. Tomen unas copias por si lo quieren publicar.

Me gire y le lancé un beso a Daniel que se agarraba la cara horrorizado.

Me volví y todo el mundo comenzó a aplaudir:

- Os quiero.

Y me monte en mi coche.

Me desperté en mi cama. Probablemente me quede dormida en el coche y Marcos me trajo hasta aquí.
Mire mi móvil y tenia un mensaje de Mario:

- He visto lo que has hecho, me lo esperaba, tengo tu nuevo manager te veo esta tarde un beso.

Me arregle y acudí a la oficina quería distraerme con algo. Estuve encerrada en mi oficina rellenando informes y contratos hasta la hora de salida.

Llegue a casa, me puse un pantalón con un camiseta con el hombro descubierto.
No sabia lo que hacer así que me fui a la sala de música. Me senté en el piano, deje mis manos sobre las teclas y cerré los ojos. Mis dedos comenzaron a teclear una melodía que salía de mi cabeza o mejor dicho de mi corazón. Fui apuntando la melodía en una partitura. Baje a bajo mientras buscaba una letra para la canción. Estaba sumergida en mi mundo cantando que no me di cuenta que Mario y Manuel habían llegado y me estaban observando.
Cuando me gire y les vi, me puse colorada:

- Lo siento no sabia que habíais llegado.

- No pasa nada nos gusta verte feliz.- me dijo Mario con una sonrisa.

- Y bueno… ¿Dónde esta mi nuevo manager? – pregunte curiosa.

Mario se levanto y Manuel también:

- Te presento a tu nuevo manager- dijo Mario señalando a Manuel.

- ¿Manuel?- pregunte confundida.

- ¿Qué pasa no te gusto?- me dijo con carita de cachorrito.

Sonreí y salte a sus brazos:

- Pues claro que me gusta que seas mi manager no habría nadie mejor que tu. Toma- le entregué la agenda y el teléfono de mi manager.

Nos sentamos todos en el sofá mientras veíamos la televisión. Mi teléfono comenzó a sonar:

- ¿Diga?

- Señorita Sara Gómez.

- Si ¿con quien hablo?

- Con la comisaría.

- ¿Ocurre algo?

- Hemos estado ocupados y se nos olvido decirle que viniera a recoger las pertenencias de Alan.

- ¡¿Qué?!- grite.

- Si, hace unos días cogimos a Tony, jefe de la mafia y encontramos varias pertenencias de Alan. Vimos que tenia muchas fotos suyas y en su teléfono ponía mi chica por lo que pensamos en llamarla.

- Enseguida voy.

Colgué el teléfono y note que mis ojos estaban húmedos:

- ¿Qué pasa Sara?

- Podéis acompañarme a la comisaría.

- ¿Ocurre algo, Sara?- me pregunto Mario mientras bajábamos del ascensor.

- No puedo hablar- le conteste mientras temblaba entrando al coche.

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