sábado, 10 de noviembre de 2012

CAPITULO 39



La noche fue perfecta y estábamos en el ascensor, bastante nerviosos los dos. Alan rompió el hielo justamente cuando llegamos a la puerta de la habitación:

- Si no quieres que ocurra nada no tiene porque ocurrir- me dijo.

- Yo no he dicho eso.

Le bese como nunca lo hice. Los besos fueron descendiendo por mi cuello. Donde sus labios me tocaban una llama recorría mi cuerpo.

Nuestras bocas se volvieron a unir como imanes que no pueden vivir el uno sin el otro. Nuestras leguas jugaban juntas en nuestras bocas. Alan de repente paro:

- ¿Qué sucede?- le mire extrañada.

El sonrió e hizo que me girase a contemplar la habitación. Este chico nunca iba dejar de asombrarme. La habitación estaba llena de pétalos de rosas y velas que alumbraba con su calido resplandor la habitación. Me gire y le dije:

- Te quiero.

- Y yo más.

Volvimos a unir nuestras bocas que se echaban en falta. Poco a poco fuimos deshaciéndonos de nuestras ropas hasta quedar en ropa interior. Alan me miro de arriba a bajo:

- Debería comprarte más ropa interior.- mientras sonreía.

Poco a poco nos fuimos tumbando en la cama. Recorrimos cada centímetro de nuestros cuerpos a besos. No quedo lugar sin ser besado antes de fundirnos en uno.

 

Poco a poco abrí mis ojos por la luz que se filtraba por la cortina. Una sonrisa apareció en mis labios al recordar lo ocurrido ayer. Tenía un hombro abrazándome. Hubiese pensado que todo había sido un sueño si no hubiese notado a Alan a mi lado y al observar la habitación vi que nuestras ropas estaban tiradas en el suelo. Me puse colorada al recordar todo. Me gire y me apoye sobre mi brazo.

Alan me estaba rodeando con un brazo. Estaba muy mono dormido. Le acaricie el pelo y poco a poco abrió los ojos:

- Buenos días amor- me dijo con una sonrisa.

- Buenos días.

- ¿Estas bien?- me pregunto preocupado.

- Mejor que bien- le conteste con una sonrisa.

Agarre la camisa de Alan que era la que tenia mas cerca y me la puse. Me levante y me dirige al baño.

Salí y mi móvil comenzó a sonar. Alan estaba tumbado sobre la cama observándome con una sonrisa:

- ¿Diga?- conteste al teléfono.

- ¿Qué tal anoche?- me asalto Rebeca.

Ya decía yo que Alan tenia que haber tenido ayuda para preparar todo. Me gire y le mire furiosa:

- Hola Rebeca.- le conteste.

Alan al oírme cogió sus pantalones y salio corriendo al baño.

- ¡Alan te vas a enterar!- le grite.

Volví me atención al teléfono:

- ¿Qué tal?- me pregunto.

- Muy bien ¿y tu?

- Genial estoy con Richard en mi luna de miel.

- Que bien.

- ¿Ha sucedido?

- ¿El que?- pregunte haciéndome la tonta.

- Lo que tú ya sabes, ¿si lo habéis hecho?

- ¿Hacer que?- intentando distráela.

- Sara deja de hacerte la tonta y contesta.

Suspire:

- Si.

Oí un grito al otro lado de la línea.

- ¿Rebeca te pasa algo?

- ¿Como fue? – me pregunto emocionada.

- ¿En serio me estas preguntando sobre ello?

- Si, quiero saberlo.

- ¿Yo te he preguntado como fue con Richard?

- No, pero si quieres te lo cuento con todo detalle- me contesto tranquila.

- No déjalo. Estuvo muy bien ¿contenta?

- ¿Fue bueno contigo?

- Que si pesada. Ya hablaremos ¿vale? un beso.

- Vale, vale. Pero que sepas que no te libras de contármelo.

- Ya lo se- le conteste.

Deje el teléfono en la mesa y me gire. Alan me estaba mirando sonriente:

- ¿Con que ha estado muy bien?

- No lo voy a negar. ¿Cómo se te ocurre contárselo a Rebeca?

- No se lo he contado, solo le pedí ayuda con la talla de la ropa y los zapatos.

Me crucé de brazos enfadada.

- Te queda bien mi camisa- me dijo mientras se acercaba sonriendo.

Me abrazo:

- No te enfades necesitaba ayuda- me puso carita de cachorrito.

Me beso el cuello ya que sabía que era mi punto débil. Nuestros labios se volvieron a unir. Tocaron la puerta. Alan se dirigió a abrir y yo mientras recogía nuestras ropas que estaba tirada en el suelo.

Era el servicio que nos traía la comida. Nos habíamos quedado dormido mucho tiempo ya eran las cuatro de la tarde.

Comimos y nos sentamos abrazados a ver la tele. Ya eran la 6 y comenzaba a atardecer:

- ¿Te apetece salir a dar una vuelta?

- Claro.

Nos levantamos y nos vestimos. Yo agarre las pistolas y no se por que pero tenia un presentimiento raro. Agarre mi móvil y mis gafas de sol.

Salimos juntos del hotel. Me rodeo con su brazo los hombros. Y nos dirigimos a su coche. Comenzó a conducir. No hablábamos pero nos lanzábamos miradas y sonrisas.

Comenzó a adentrarse en un bosque hasta llegar a un acantilado. Paro y nos bajamos. Era precioso se veía el atardecer reflejado en el agua. Se oían como las olas chocaban contra el acantilado:

- Es precioso -le dije.

- Como tu- me contesto

Le sonreí y nos sentamos juntos. Enfrente de aquel maravilloso paisaje. Saque mi teléfono:

- Hay que recordar este momento.- Le sonreí.

Posamos juntos pero justo cuando fui a dar a la foto Alan me agarro y me beso. La imagen era preciosa. Nos hicimos más fotos juntos.

Acabamos sentados abrazados mirándonos fijamente a los ojos. No necesitábamos palabras. Estábamos cómodos en silencio.

De repente oímos como alguien aplaudía detrás de nosotros. Rápidamente nos pusimos de pie y nos giramos. Nos quedamos helados.
 
P.D: Se que es corto, y lo siento. Pero es que viene lo mas intenso y no quiero destapar la sorpresa. Besos a tod@s y comentad. Gracias
Firmado: Sarus

6 comentarios:

  1. No, no es corto.Esta bien aunque siempre deseo más !y justamente iba a pasar algo importante! maldita sea jajajaja ahora me tendras con la intriga.
    me encantan la parejita que monos
    besos !

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    1. Esa era la idea jajaja Gracias besitos a ti tambien :*
      Firmado: Sarus

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  2. JOpeee no m dejes asii jejej sube pronto xfiss k kiero saber kien era xdd me encantaaaaa, un besito guapa^^

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    1. Tranquila no te voy ha hacer sufrir jajaja Besitos y gracias.
      Firmado:Sarus

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